martes, 27 de enero de 2015

PREVENCIÓN DEL ABUSO SEXUAL A MENORES

Sandra Vargas Rogel
Psicoterapeuta
26/01/2015

Cuando en nuestra actividad profesional o familiar estamos en contacto constante con menores de edad, en automático nos volvemos responsables de su cuidado y protección, por ello el amor que les tenemos se debe traducir en acciones que nos permitan guiarles y formarles en todos los aspectos en que se vean inmersos. Parte esencial del desarrollo integral de los y las menores está relacionado a su sexualidad, de ahí que la prevención de abuso sexual sea un tema de gran importancia. 

La prevención consiste en anticiparse a algo que puede suceder y, respecto al tema del abuso sexual, es importante recordar que la información nos permitirá tomar mayores y mejores acciones, así como orientar a las personas en la infancia acerca de cómo ser precavidas para evitar el riesgo.


¿Qué es el Abuso Sexual a Menores (ASM)?


El ASM se define como  cualquier contacto físico, de naturaleza sexual, que ejerce una persona adulta o de mayor edad sobre una persona menor. Se considera abuso porque se desarrolla sin el consentimiento de el niño o la niña, y debido al lugar de autoridad que la persona mayor tiene sobre el o ella. Es de índole sexual ya que la persona que ejerce el abuso lo hace con la finalidad de satisfacer sus deseos sexuales.


El abuso sexual puede manifestarse de múltiples formas: dar o recibir besos o caricias en el cuerpo y/o genitales, exhibir el cuerpo desnudo, mostrar cualquier tipo de expresión gráfica de la sexualidad, mirar la desnudez de los y las menores, hasta la violación.


¿Quién puede ejercer el abuso?


La estadística reportan que en América Latina, 1 de cada 5 personas en la infancia son abusadas por un familiar cercano; en más del 50% hay evidencias de situaciones incestuosas; el 80% son amistades, personas conocidas (docentes, directivos), vecinos o parientes (compadres, comadres). Esto demuestra que la persona que ejerce el abuso es, en la mayoría de los casos, una persona de confianza y/o autoridad, desmintiendo con ello que se trata de alguna persona desconocida o ajena a la vida de la familia.


¿Qué puedes hacer para prevenirlo?
Para evitar que alguna situación de este tipo le suceda a alguna persona cercana, es de gran importancia tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:


  • Informar de manera clara y precisa a el y la menor de que nadie, incluso personas cercanas, puede tocar su cuerpo sin su consentimiento.
  • Favorecer que el y la menor se sienta respetado/a por las personas adultas en sus decisiones acerca de lo que le resulta agradable o no, y validar con ello sus peticiones, dejando de lado las convenciones sociales (por ejemplo, que no quiera saludar de beso a alguien). De lo contrario, al no tener control sobre sus decisiones, se vuelve un ser vulnerable e incapaz para defenderse.
  • Fomentar en la familia el respeto hacia los niños y las niñas, como personas con derechos, sentimientos y capacidades, pero sabiendo que corresponde a las personas adultas  hacerles valer y darles su lugar en la sociedad.
  • Mostrar un interés genuino y comprometido con el fin de fortalecer su estima y seguridad, y así evitar que encuentre atención y afecto con otras personas.
  • Tener conocimiento de todas las actividades que desarrolla y las personas con las que convive.
  • Conocer el origen de los regalos u objetos que pueda recibir de otras personas, preguntando quién y por qué razones se los han dado.
  • Fortalecer la confianza y comunicación para que así puedan reportar con facilidad cuando el comportamiento de una persona adulta le resulta incómodo o desagradable, y así poder tomar acciones de manera inmediata.


Trabajar en la prevención del abuso sexual a menores es trabajo de todos y todas. Para lograrlo te invito a compartir la información con todas las personas para formar una red preventiva, desde casa, la escuela y en todos los espacios posibles.

Sandra Vargas Rogel
Psicoterapeuta
www.centroliber.com 



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