sábado, 15 de agosto de 2015

LA SEXUALIDAD EN LOS HOMBRES

Miguel Alejandro Espinosa Díaz
Psicoterapeuta y Sexólogo
15/08/2015

A veces escucho algunas afirmaciones como: “Los hombres siempre están pensando en sexo”, “Los hombres siempre quieren sexo”, “Los hombres van a lo que van” (refiriéndose al acto coital), “Los hombres son afectivos hasta que consiguen lo que quieren” (el acto coital), entre muchas otras con las que se señala determinantemente su sexualidad.


Si bien estas pueden ser unas maneras en que algunos han experimentado su sexualidad, sí, sólo algunos hombres, existe otras formas muy diversas en las que ellos también han incursionado y que no se remiten a estas etiquetas constantes.

En consulta he tenido la oportunidad de escuchar de ellos frases como: “Sólo quería que estuviéramos desnudos y abrazados”, “Me gustaría que únicamente me acariciara”, “Quisiera que pudiéramos tener aquellos 'fajes' cual adolescentes, sin que eso llegara a más”, “Ese día simplemente no quería tener relaciones sexuales”, etc., seguido de un clásico y preocupante "PERO…." que suele estar cargado de exigencia, evidentemente responsabilidad propia que nace de su relación con el entorno, pues la percepción suele ser algo como: “Si me quedo en caricias recibo un reclamo: ¡para qué calientas el boiler si al final no te metes a bañar!”, como si el encuentro entre caricias no fuera suficiente y tuviera que concluir en un acto coital, o “Si no ve una erección pensará que ya no me gusta, ya no me excita, no me interesa o que seguro estoy teniendo sexo con otra persona”, como si la erección fuera una obligatoriedad que muestra cariño o deseos sexual. También, en caso de que la erección suceda piensan: “Si ve que se me para y no la penetro me dirá que ya no le quiero o me preguntará que si ya no me excita”, como si al haber erección tuviera que darse por consecuencia una penetración, y si esta no sucede, entonces tiene un significado negativo. Ni que decir si ellos expresan abiertamente un “No quiero”, eso suele ser sospecha de infidelidad.

Me parece triste que cuando llegó a comentar con algunas personas (especialmente mujeres) sobre este tipo de hombres recibo comentarios sarcásticos como “¡Huy, pobres! Como sufren”, restando importancia a estas experiencias, permaneciendo con una mirada limitada en donde hombres y mujeres no damos espacio ni valor y mucho menos menciones enaltecidas a las diversas experiencias sexuales de los hombres. Cosa contraria a cuando un hombre realiza alguna de las práctica comunes, como las anteriormente mencionadas en donde sí se grita a los cuatro vientos como confirmando que “Todos los hombres son iguales”.

Es imposible negar que hay experiencias de muchos hombres que caen en estas etiquetas, como también es imposible negar que hay muchos hombres que procuran experiencias sexuales llenas de afectividad, caricias y no centralizadas en el acto coital. Cualquier manera que se experimente en la sexualidad no es única responsabilidad de ellos, sino también de la persona con la que comparten pues ambos crean el encuentro y permiten que surja. 

Si queremos salir del cliché que se ha focalizado señalándolos a ellos, es importante que las personas participantes del encuentro sexual abran un espacio sin exigencias en donde se pueda disfrutar de la sexualidad sin que el orgasmo sea un objetivo a alcanzar, dándonos cuenta que lo valioso es el encuentro en sí, enalteciendo y agradeciendo las formas y valorando lo que se va co-construyendo, pues hombres y mujeres están llenos de posibilidades para compartir la sexualidad siempre que se permitan fluir y permanecer en apertura, disfrutando.

Los hombres, como las mujeres, pueden ampliar su abanico de opciones en la sexualidad siempre que el ambiente sea propicio para generarlas, un primer paso para ampliar el campo es eliminar las etiquetas clásicas de nuestro vocabulario, dejando de limitar determinantemente a través de la palabra.

Los hombres y su sexualidad existen en amplia diversidad.

Miguel Alejandro Espinosa Díaz
Psicoterapeuta y Sexólogo
www.centroliber.com 

¡Déjanos tu comentario aquí!


domingo, 15 de febrero de 2015

EL PERIODO MENSTRUAL

Berenice Cano Méndez 
Psicóloga en formación
16/02/2015

¿Cuentas con la información necesaria para experimentar una actitud más agradable y cómoda ante el periodo menstrual? 
¿En donde te desarrollas se promueven ambientes con una actitud de comprensión y apoyo ante esta situación? 



Frecuentemente los medios de comunicación, la familia y los grupos sociales, son  sectores que fomentan una percepción negativa y misteriosa respecto de este hecho natural en la mujer, generando sólo preocupaciones y temores injustificados. Es por eso que el objetivo de abordar este tema es para invitarte a reflexionar acerca de la visión con la que hemos crecido y vivido este periodo (llena de tabúes y represiones) y crear consciencia de la naturalidad de este proceso.

Recibir información previa y esclarecer dudas y temores 
Informarse sobre el ciclo menstrual y sus  impactos más comunes en las mujeres contribuye a vivirlo como un proceso natural, ayudando a establecer en el tiempo una relación más amable con esta experiencia, desde su inicio hasta su fin.
Fisiológicamente, el cuerpo de la mujer madura sexualmente y presenta algunos cambios que anuncian la próxima llegada del primer periodo menstrual.  Estos cambios, aunque pueden ocurrir en diferente orden, son: desarrollo de los senos, crecimiento de vello púbico, secreción vaginal blanca o amarillenta.
Biológicamente, el ciclo menstrual normal tiene una duración promedio de 28 días. Sin embargo, en ocasiones pueden presentarse alteraciones de la regularidad menstrual, tales como: la polimenorrea (sangrado irregular en períodos de menos de 21 días) o oligomenorrea (sangrado irregular en períodos de más de 35 días y menos de 90 días). Así mismo, existen alteraciones en la cantidad de flujo sanguíneo, denominadas menorragia o hipermenorrea, es decir, menstruaciones regulares excesivas en cantidad o duración (mayor de 7 días). Dada la dificultad para precisar la cantidad de volumen menstrual, se considera que éste es excesivo cuando presenta coágulos o cuando es causa de anemia. En oposición a las anteriores esta la hipomenorrea, que son menstruaciones regulares muy escasas o de 1 día de duración.
Psicológicamente, se suelen presentar cambio en los procesos de abstracción y análisis, y en la facilidad para expresar los sentimientos, los cuales empiezan a tener mucho más sentido para ti y traen una sensación de mayor claridad sobre tu persona. También se tiende percibirse muy sensible y emotiva debido a los cambios hormonales implicados en el proceso de desarrollo, generando cambios repentinos y variables de humor.
Económicamente, se destina una considerable cantidad de dinero en la compra de paquetes de toallas y tampones desechables. Sin embargo, existe una opción ecológica y segura que reduce este gasto mensual: la copa menstrual. Ésta es, como su nombre lo indica, una copa reusable de silicón de grado médico que recolecta el flujo en lugar de absorberlo y ofrece discreción, seguridad y comodidad durante el periodo menstrual.
En general, el periodo menstrual se encuentra marcado por un fuerte sentimiento y necesidad de intimidad por el que debemos de mostrar un importante respeto. 

Para seguir reflexionando te invito repensar estas palabras de Miranda Gray:
Así, aun a pesar del desarrollo cultural y científico, la sociedad patriarcal es incapaz de guiar y proporcionar a la mujer en edad fértil las estructuras y conceptos que le permitan afrontar los sentimientos y experiencias inherentes a su naturaleza cíclica, y reconocer las expresiones derivadas de la misma.

Berenice Cano Méndez 
Psicóloga en formación
www.centroliber.com 


martes, 27 de enero de 2015

PREVENCIÓN DEL ABUSO SEXUAL A MENORES

Sandra Vargas Rogel
Psicoterapeuta
26/01/2015

Cuando en nuestra actividad profesional o familiar estamos en contacto constante con menores de edad, en automático nos volvemos responsables de su cuidado y protección, por ello el amor que les tenemos se debe traducir en acciones que nos permitan guiarles y formarles en todos los aspectos en que se vean inmersos. Parte esencial del desarrollo integral de los y las menores está relacionado a su sexualidad, de ahí que la prevención de abuso sexual sea un tema de gran importancia. 

La prevención consiste en anticiparse a algo que puede suceder y, respecto al tema del abuso sexual, es importante recordar que la información nos permitirá tomar mayores y mejores acciones, así como orientar a las personas en la infancia acerca de cómo ser precavidas para evitar el riesgo.


¿Qué es el Abuso Sexual a Menores (ASM)?


El ASM se define como  cualquier contacto físico, de naturaleza sexual, que ejerce una persona adulta o de mayor edad sobre una persona menor. Se considera abuso porque se desarrolla sin el consentimiento de el niño o la niña, y debido al lugar de autoridad que la persona mayor tiene sobre el o ella. Es de índole sexual ya que la persona que ejerce el abuso lo hace con la finalidad de satisfacer sus deseos sexuales.


El abuso sexual puede manifestarse de múltiples formas: dar o recibir besos o caricias en el cuerpo y/o genitales, exhibir el cuerpo desnudo, mostrar cualquier tipo de expresión gráfica de la sexualidad, mirar la desnudez de los y las menores, hasta la violación.


¿Quién puede ejercer el abuso?


La estadística reportan que en América Latina, 1 de cada 5 personas en la infancia son abusadas por un familiar cercano; en más del 50% hay evidencias de situaciones incestuosas; el 80% son amistades, personas conocidas (docentes, directivos), vecinos o parientes (compadres, comadres). Esto demuestra que la persona que ejerce el abuso es, en la mayoría de los casos, una persona de confianza y/o autoridad, desmintiendo con ello que se trata de alguna persona desconocida o ajena a la vida de la familia.


¿Qué puedes hacer para prevenirlo?
Para evitar que alguna situación de este tipo le suceda a alguna persona cercana, es de gran importancia tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:


  • Informar de manera clara y precisa a el y la menor de que nadie, incluso personas cercanas, puede tocar su cuerpo sin su consentimiento.
  • Favorecer que el y la menor se sienta respetado/a por las personas adultas en sus decisiones acerca de lo que le resulta agradable o no, y validar con ello sus peticiones, dejando de lado las convenciones sociales (por ejemplo, que no quiera saludar de beso a alguien). De lo contrario, al no tener control sobre sus decisiones, se vuelve un ser vulnerable e incapaz para defenderse.
  • Fomentar en la familia el respeto hacia los niños y las niñas, como personas con derechos, sentimientos y capacidades, pero sabiendo que corresponde a las personas adultas  hacerles valer y darles su lugar en la sociedad.
  • Mostrar un interés genuino y comprometido con el fin de fortalecer su estima y seguridad, y así evitar que encuentre atención y afecto con otras personas.
  • Tener conocimiento de todas las actividades que desarrolla y las personas con las que convive.
  • Conocer el origen de los regalos u objetos que pueda recibir de otras personas, preguntando quién y por qué razones se los han dado.
  • Fortalecer la confianza y comunicación para que así puedan reportar con facilidad cuando el comportamiento de una persona adulta le resulta incómodo o desagradable, y así poder tomar acciones de manera inmediata.


Trabajar en la prevención del abuso sexual a menores es trabajo de todos y todas. Para lograrlo te invito a compartir la información con todas las personas para formar una red preventiva, desde casa, la escuela y en todos los espacios posibles.

Sandra Vargas Rogel
Psicoterapeuta
www.centroliber.com 



lunes, 19 de enero de 2015

CÓMO HABLAR DE SEXUALIDAD EN LA ADOLESCENCIA

Fernanda Zárate Reyes
Psicoterapeuta y sexóloga
19/01/2015


Como padre o madre quieres lo mejor para tu hijo o hija, por lo que comúnmente estás al  pendiente de diversos aspectos en su vida: salud, escuela, amistades, intereses, sentimientos, etc. Si bien es cierto que todo ello es importante para el logro de un bienestar integral, también lo es el tema de su sexualidad.

Siendo realistas, en la adolescencia difícilmente se pide permiso para tener relaciones sexuales. De ahí la importancia de platicar con ellos y ellas al respecto, con la finalidad de prevenir cualquier situación debido a desinformación, y también para hacerles saber que ante todo cuentan con tu apoyo y con el mío.

Sin embargo a muchas personas les resulta incómodo y complicado hablar de sexualidad con su hijo o hija, pero si de inicio tomamos en cuenta que éste es un tema del cual se debe hablar con toda naturalidad, con el tiempo y la práctica ello resultará más fácil, debido a que hablar de sexualidad con personas en la adolescencia no sólo implica el  tema del acto sexual, sino también las primeras relaciones de amor, la imagen corporal, el reconocimiento propio, la estima, la identidad y orientación sexual, los métodos antifecundativos, y más.

Entonces, ¿cuál es la forma más adecuada para hablar de sexualidad en la adolescencia?

De inicio sería de gran ayuda recordar que tú también tuviste su edad, recordar qué te preocupaba o inquietaba, cómo te sentías al hablar del tema, cómo fueron tus primeras experiencias en relación al tema, qué información te habría sido importante conocer. Ello te permitirá tomar una postura mucho más empática respecto a las dudas que puedan manifestar.

Diversas investigaciones refieren que las personas en la adolescencia a las que se les habla de sexualidad en casa tardan mayor tiempo en tener sus primeros encuentros sexuales, y al tenerlos lo hacen con mayor responsabilidad.

Para favorecer que ello suceda, te comparto algunos puntos que podrán facilitar el proceso de comunicación acerca del tema:
  • Observa lo que te pasa al hablar del tema y toma consciencia de cuáles son tus creencias. Desde tu ser papá o mamá puede que la perspectiva sea un poco diferente.
  • Promueve que la charla se dé en un ambiente casual y de manera natural, compartiendo opiniones y las propias preocupaciones.
  • Acepta la incomodidad que provoque hablar del tema, toma en cuenta que con el paso del tiempo será más fácil hacerlo.
  • Escucha con atención y evita juzgar.
  • Platica y comparte opiniones acerca de situaciones que suceden alrededor.
  • Infórmate a través de medios confiables que brinden información científica y objetiva.
  • Transmite amor, confianza y aceptación para facilitar la comunicación, y evitar la prohibición, coacción u ocultación.
  • Reflexiona acerca de los riesgos y responsabilidades, evita transmitir miedo.

Nunca es tarde para hablar de algo tan importante, por lo que te invito a acudir con un experto en caso de tener dudas acerca de la sexualidad porque CONOCER ES PREVENIR.

Fernanda Zárate Reyes
Psicoterapeuta y sexóloga
www.centroliber.com 


martes, 26 de agosto de 2014

PRACTICANDO SEXO SEGURO Y PROTEGIDO

Fernanda Zárate Reyes
Psicoterapeuta y sexóloga
25/08/2014


Cuando se trata el tema de prevención de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) es común que muestren imágenes catastróficas de personas con infecciones en grado avanzado, buscando asustarnos o, por el contrario, hacernos creer que estamos lejanos de padecer algo así. Además, ordinariamente se reproduce el slogan “lo mejor es la abstinencia sexual” y se recomienda conocer el historial sexual de la pareja (como si esto no resulta algo complejo de abordar con la[s] persona[s] que aceptamos como compañera[s] sexual[es]). Si reconocemos que cada persona es libre de ejercer su sexualidad de la manera que mejor le parezca y que ninguna persona tiene la obligación de pedir permiso o avisar que tendrá relaciones sexuales –y mucho menos impedir que alguien más las tenga–, ¿qué podemos hacer para para prevenirnos efectivamente de las ITS? ¡Fácil! Practicar sexo seguro y protegido.


A qué me refiero. Hablar de sexo seguro significa tomar precauciones durante el encuentro sexual con la finalidad de evitar el intercambio de fluidos (ya sean de origen vaginal, el semen, a través de heridas bucales, etc.). Mientras que el sexo protegido implica el uso de algún método que nos proteja ante alguna ITS, así como de un embarazo no deseado.

El condón es el método antifecundativo más seguro que por ahora existe, pero hay diversos creencias erróneas con respecto a él (como decir que “no se siente”, que es incómodo, que aprieta, entre otras) que resultan ser el principal factor por el cual algunas personas evitan a toda costa su uso, olvidando, además, que otros métodos antifecundativos nos protegen del embarazo, más no de cualquier contagio de ITS.

Estudios realizados con respecto a este tema refieren que usar un condón en cada relación sexual reduce 10,000 veces la transferencia de fluidos, protegiéndote hasta en un 95% del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual, como candidiasis, tricomoniasis, sífilis, gonorrea y herpes genital. Actualmente podemos encontrar una infinidad de condones en el mercado que se ajustan a las necesidades de cada persona, los hay texturizados, tatuados, saborizados, ultrasensibles, isotérmicos e incluso de modelo anatómico (que resultan muy cómodos para la persona que lo utiliza). También existen aquellos que brillan en la oscuridad, pero esos son exclusivamente para jugueteo sexual.

En las prácticas sexuales orales, como cunnilingus y felatio, cualquier persona también puede estar expuesta a algún contagio si se presenta alguna lesión bucal y se intercambian fluidos, por lo que será igual de importante protegerse durante estas prácticas. Para este caso, existen condones saborizados, telas de latex o, en su defecto, podemos cortar un condón a manera de “telita” y colocarla en los órganos sexuales pélvicos externos. También podemos recurrir al uso del condón femenino, el cual protege la vulva y los órganos sexuales pélvicos externos.

Es de vital importancia hacer del uso del condón un hábito en todos y cada uno de nuestros encuentros sexuales, reforzando de esta manera nuestro cuidado.

Practicar sexo seguro y sexo protegido resulta una manera de querernos y, por ende, de cuidarnos. Enfaticemos que tener encuentros sexuales, puede ser aún más placentero si es ejercido con responsabilidad.



Yo me quiero y por eso me cuido, practicando sexo seguro y sexo protegido, ¿y tú?

Fernanda Zárate Reyes
Psicoterapeuta y sexóloga
www.centroliber.com 


martes, 1 de julio de 2014

PRIDE: Día del orgullo gay

Fernanda Zárate Reyes
Psicoterapeuta y sexóloga
30/06/2014

Los derechos humanos son sus derechos. Tómenlos. Defiéndanlos. Promuévanlos. Entiéndanlos e insistan en ellos. Nútranlos y enriquézcanlos. Son lo mejor de nosotros. Denles vida.
Kofi Annan


Cada 28 de junio participo y apoyo las demandas sociales que se pueden advertir en la marcha que se da sobre las principales calles de la Ciudad de México entre  colores, disfraces, ropa interior, desnudez y, desafortundamente, algunas personas bajo los influjos del alcohol o las drogas. ¿Pero que se conmemora, denuncia o apoya?

En medio de este evento, que para algunas personas parece un carnaval y para otras una fiesta en dónde lo que importa más es pasarla bien, conocer gente o sentir que es el día en que soy visible, la verdadera intención es poder proponer nuevas posibilidades o hacer un cambio para la comunidad Lésbico-Gay-Bisexual-Transgénero-Travesti-Transexual-Intersexual (LGBTTTI).


El Día del orgullo gay se celebra en México desde hace 35 años para promover la visibilización, tolerancia y aceptación de esta comunidad, aunque con el paso de los años se han sumado otras causas, como la igualdad de derechos para todo el mundo sin importar su preferencia genérica.

La historia del surgimiento de este día  se remonta a la ciudad de Nueva York en 1969, cuando la policía realizó una redada en un bar de “ambiente” llamado The Stonewall Inc. haciendo abuso de su poder y, por ende, violando los derechos de los clientes que se encontraban en el recinto. Se dice que esta acción se debió, en gran parte, por la poca tolerancia que tuvo la autoridad respecto de la preferencia genérica de los clientes. Estos disturbios marcaron el punto de partida para que las personas homosexuales buscaran la forma de ser escuchadas en la defensa de sus derechos humanos, además de hacer visible todo aquello que no era considerado “normal”, “bueno” o “correcto” dentro de nuestra sociedad.

Se llama Pride u orgullo justo por eso, porque se trata de sentirse personas orgullosas por ser quienes son, por aceptarse, por defender lo que les gusta, lo que sienten  y tratar de ser congruentes con ello.

Aprovecho estás líneas para invitarte a que reflexionemos de forma conjunta respecto de este día, retomemos su esencia y, en algún momento, podamos salir hombro a hombro a sumarnos en la defensa de nuestros derechos más allá de la preferencia. Y para eso no basta con recordar y celebrar que todo inició por un acto activista, también habrá que trabajar por aumentar nuestra empatía y solidaridad puesto que a todas las personas nos concierne procurar la inclusión, integridad y bienestar de cualquier persona. Tú puedes ser quién marque la diferencia. 

Fernanda Zárate Reyes
Psicoterapeuta y sexóloga
www.centroliber.com 


miércoles, 9 de abril de 2014

LOS 5 PROBLEMAS MÁS FRECUENTES CON LA SEXUALIDAD

Miguel Alejandro Espinosa Díaz
Psicoterapeuta y Sexólogo
31/03/2014

El estilo de vida, los pendientes, las infecciones de trasmisión sexual (ITS), los embarazos no deseados, la falta de deseo o de privacidad, son algunas de las variables que hacen frágil a la sexualidad. Pero ¿cuáles son algunos de los problemas más frecuentes que impactan en el desarrollo de la propia sexualidad?

A continuación te presento 5 puntos por los que se suele percibir una baja en el ejercicio de la propia sexualidad.

1. El ritmo de vida acelerado: Este estilo de vida genera desgaste físico y estrés laboral, a tal grado, que se tiende a dar poca prioridad a los contactos eróticos o se reduce y limita el tiempo del encuentro sexual. 

Recomendación: Para que la energía sexual pueda fluir adecuadamente, es importante contar con la disposición para abrir espacios en los que se disfrute del rato sin preocupaciones, ello mantendrá una sexualidad activa, además de aumentar los niveles de relajación placenteramente sanos.

2. Dificultad para asumir la responsabilidad de la propia sexualidad. Es muy común dejarse llevar por la intensidad del momento, que se presta poca atención al cuidado de la propia salud sexual, exponiéndonos a un embarazo no deseado o a adquirir una infección.  

Recomendación: Para evitar algunas de estas consecuencias, es importante hacer uso informado del método anticonceptivo más adecuado, y recordar que las pastillas de emergencia son para eso, para emergencias, no son un método anticonceptivo.

3. Tendencia a asumir la responsabilidad del placer de la otra persona. La percepción de obligación para satisfacer a la pareja genera solamente una auto-exigencia perjudicial en la que se privilegia la presión y no la satisfacción.

Recomendación: Despreocuparse y dejarse fluir. En todo caso, lo más que se puede hacer es escuchar los deseos de la pareja, conocer qué le gusta y cómo le gusta,  y aventurarse a hacerlo con plena convicción, hará que el contacto resulte más armonioso y disfrutable.

4. “A mayor edad menor deseo y placer sexual”. Este es un mito que hay que cambiar, puesto que el deseo sexual nace y muere con cada persona.

Recomendación: Hay que experimentar y darle rienda suelta al propio ejercicio de la sexualidad en cualquier edad, es válido y enriquecedor siempre y cuando se haga responsablemente.


5. La falta de privacidad y la prisa del contacto sexual “para no ser cachados". Aunque algunas personas disfrutan de esta adrenalina, no es lo más adecuado, y mucho menos cuando la falta de privacidad es una constante.

Recomendación: Hay que encontrar espacios en los que se pueda permanecer en paz y sin presión del tiempo. Esto, además, ayudará a mejorar el desempeño sexual.

Independientemente de estos cinco puntos a considerar, siempre es importante tener presente que la responsabilidad de una buena sexualidad debe permanecer primero en cada persona y después en la relación sexual de pareja, de esta manera muchos de los problemas en la sexualidad tiene una solución relativamente sencilla, como darse el tiempo suficiente, dejar los pendientes de lado, tener un espacio adecuado y generar un ambiente tranquilo, permitiendo que la energía sexual sea armoniosa y llena de placer. 


Miguel Alejandro Espinosa Díaz
Psicoterapeuta y Sexólogo
www.centroliber.com